martes, 8 de abril de 2014

La secta de los Davidianos: la masacre de Waco

Después de un sitio que se prolongó durante cincuenta y un días, agentes del FBI asaltaron el rancho de una secta religiosa conocida como la Rama de los Davidianos en Mount Carmel, cerca de Waco, Texas. El rancho quedó completamente destruido por las llamas y murieron setenta y cinco personas entre hombres, mujeres y niños.

La historia del sitio de Waco comenzó a finales de la década de 1980 con la creciente preocupación de las autoridades por la existencia de un movimiento clandestino de extrema derecha en el corazón de Estados Unidos y que posteriormente sería denominado «milicia». 

Estados Unidos, una nación esclava 

Una poco consistente coalición de motoristas perseguidos por la ley, traficantes de armas ilegales,  y neonazis y «survivalistas» - individuos o grupos, generalmente fundamentalistas cristianos, que predican el Apocalipsis y, en consecuencia, se preparan para sobrevivir a la catástrofe reuniendo armas, alimentos, medicinas, etc., y construyen refugios para almacenarlos y alojarse en ellos- , todos ellos miembros de este movimiento clandestino, creían que el gobierno federal estaba controlado en última instancia por el nuevo orden mundial internacional, que planeaba convertir Estados Unidos en una nación esclava.


Individuos inestables y altamente paranoicos 

La infiltración de estos grupos por agentes del BATF (Departamento de Alcohol, Tabaco y Armas) y el FBI alimentó este clima de sospecha y conspiración. Al mismo tiempo, el BATF y el FBI mostraban una evidente falta de responsabilidad en la forma de tratar a estos grupos e individuos inestables y altamente paranoicos. Esta muestra de irresponsabilidad culminó en una masiva demostración de fuerza como consecuencia de una infracción relativamente menor relacionada con armas de fuego.

El tiroteo de Ruby Ridge

En 1992, en Ruby Ridge, en la zona rural de Idaho, una fuerza de agentes del FBI —que llegaría a estar integrada por varios centenares de hombres con equipos de combate completos— intentó hacer efectiva una orden de detención contra un hombre llamado Randy Weaver. Uno de los tantos «survivalistas» religiosos, Weaver y su familia se habían apartado de la corriente principal, pero Weaver se había visto implicado en una venta de escopetas recortadas a un grupo de motoristas. 

Demostración de fuerza del FBI 

El intento de detener a Weaver acabó en un intenso tiroteo,iniciado supuestamente por los hombres del FBI; la esposa, el hijo y el perro de Weaver resultaron muertos por los disparos. Aunque Weaver fue declarado inocente de todos los cargos graves y los miembros supervivientes de su familia obtuvieron 3,1 millones de dólares en concepto de indemnización por daños y perjuicios, la demostración de fuerza hecha por el FBI vino a confirmar la convicción de la milicia de que el gobierno federal iba a por ellos y que emplearía los medios que fuesen necesarios para llevar a cabo su misión.

Tráfico de armas 

Por lo tanto, cuando el 28 de febrero de 1993, el BATF llegó al recinto de la secta de los davidianos cerca de Waco, los que estaban en el interior, con los sucesos de Ruby Ridge frescos en su memoria, se esperaron lo peor. Las órdenes de detención que llevaban los agentes del BATF alegaban que la secta —un grupo escindido de la Iglesia adventista del Séptimo Día— podría estar modificando armas semiautomáticas para ser utilizadas en su modalidad automática. 

Abuso de niños y poligamia 

Los periódicos de Texas también habían insinuado que el líder de la secta, David Koresh, había abusado de los niños que vivían en el rancho y que defendía y practicaba la poligamia, habiéndose casado con varias de las mujeres de la secta. En este clima de tensión y suspicacia mutuas, el BATF pareció confirmar deliberadamente que todo aquello que los davidianos temían les estaba llegando a las puertas de su rancho en forma de una fuerza paramilitar devastadora. 

El inicio de la matanza: el asalto al rancho 

Se inició un tiroteo a gran escala que se saldó con la muerte de cuatro agentes y cinco miembros de la secta y con el BATF en plena retirada. Durante ese combate en tablas, el FBI se hizo cargo de la situación, rodeó el lugar, estableció contacto con Koresh y comenzó un sitio que habría de prolongarse cincuenta y un días. Durante este asedio al rancho, vehículos de combate Bradley circulaban alrededor del recinto, los helicópteros no dejaron de sobrevolar las instalaciones del rancho y música y ruidos ensordecedores envolvían el lugar. 

El líder David Koresh herido 

Koresh, gravemente herido por un disparo de escopeta, negociaba condiciones para entregarse, pero su lenguaje bíblico enardeció al FBI y, el 19 de abril, la fiscal general de Estados Unidos, Janet Reno, aprobó un asalto final después de ser informada de que se estaba abusando de los niños dentro del recinto. Vehículos blindados preparados para la guerra con gases tóxicos comenzaron a derribar las paredes. Un puñado de davidianos salió del rancho, pero la mayoría permaneció en su interior incluso cuando las llamas envolvieron el edificio. El fuego se extendió a una velocidad alarmante, consumiéndolo todo mientras el mundo lo contemplaba en vivo y en directo en las pantallas de sus televisores.

Brutalidad desmedida del BATF y el FBI 

Muchos sostienen que, primero el BATF y luego el FBI, reaccionaron con una brutalidad desmedida, primero en Ruby Ridge y luego en Waco. El FBI había definido a Koresh y sus seguidores como «dementes», pero luego empleó técnicas propias de la guerra psicológica para enloquecerlos, ignorando por completo a los expertos en la Biblia que podrían haber encontrado algún sentido a las palabras de Koresh. Cuando el ataque final se convirtió en una carnicería, las dos agencias de seguridad conspiraron para cerrar filas y encubrir su imprudencia y precipitación.

Causa del fuego que quemó el rancho 

La causa del fuego que destruyó el rancho de Waco está rodeado de interrogantes. El gobierno afirma que fue provocado de forma intencionada por Koresh y sus seguidores, en un acto de suicidio colectivo. Otros sostienen que el fuego se inició cuando el FBI lanzó granadas de gas inflamable CS en el interior de las construcciones de madera del rancho. Los críticos apuntan que las granadas CS fueron lanzadas contra los edificios por los vehículos blindados inmediatamente antes de que se iniciara el tiroteo, mientras que el FBI supuestamente atacó el recinto con armas de fuego y granadas de destello. 

Víctimas innecesarias

Los brillantes fogonazos que aparecen en las grabaciones aéreas con infrarrojos se asemejan sin duda a trayectorias de disparos. El hecho de que a los bomberos se les impidiese el acceso a los edificios en llamas hasta que estuvieron reducidos a cenizas hizo que la gente se preguntase acerca de las motivaciones del FBI. Las autopsias revelaron que algunos niños y mujeres habían muerto a causa de heridas en la cabeza; estaban ocultos detrás de una pared que fue derribada por uno de los vehículos blindados. Los cadáveres de otros niños estaban en posturas como las que provoca el envenenamiento por ingestión de cianuro producido por la combustión del gas CS.

Aunque el FBI continúa aferrándose a su cada vez más inverosímil historia, al menos debería ser declarado responsable no sólo de exacerbar una situación de por sí peligrosa, sino de crear un clima de furia y paranoia que pudo muy bien haber sido la causa del terrible atentado de Oklahoma, exactamente dos años más tarde.

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