domingo, 9 de septiembre de 2012

El ‘Costa Concordia’: una trágica atracción turística

El buque “Costa Concordia” que naufragó el 13 de enero de 2012 continúa en el mismo lugar junto a la isla italiana de Giglio. Este verano ha sido una de las principales atracciones locales.

En Giglio ya es una imagen usual: turistas tomando el sol en la playa y al fondo, el “Costa Concordia”, en el horizonte como un elemento más del paisaje natural toscano.

Alrededor del buque, algunos turistas navegan para ver de primera mano los destrozos y tomar fotos; otros, para saciar su curiosidad, otros simplemente por el morbo. De hecho, la prensa italiana ha calificado este fenómeno como “turismo macabro”.

Turismo macabro en la isla de Giglio

Meses después de la catástrofe que costó la vida a 32 personas, el barco se ha convertido en una atracción turística, como así lo confirma Sergio Ortelli al periódico “La Republica”: “Hay un aumento del turismo de paso que llegan para tomar unas fotos y contemplar el barco junto al litoral”.

Gran afluencia turística

Esta enorme afluencia turística ha provocado que las autoridades impongan una especie de tasa, por lo que desde el pasado julio, las embarcaciones de recreo que permanecen en la zona unas horas para observar el “Costa Concordia” deben abonar un euro. Solo en julio desembarcaron en la isla cerca de 8.000 personas.
 
 

Tours por los restos del naufragio del ‘Concordia’

Este “turismo macabro” comenzó tras el naufragio el 13 enero, pero fue en verano cuando se duplicó y se organizó. El Ferri de Santo Stefano (a 16 Km. De Giglio) es ideal para fotografiar el navío de cerca ya que en su trayectoria pasa a escasos metros del “Costa Concordia”. Un billete cuesta 10 euros y garantiza “imágenes de proximidad”.

Pero esta no es la única manera de contemplar en “Concordia” de cerca. Existe la posibilidad de optar por tours privados alrededor del naufragio por un precio entre 12 y 25 Euros.

Reflotar el barco, una ardua tarea

El ‘Concordia naufragó tras desviarse de su ruta establecida y de aproximarse demasiado a la costa. A bordo iban 3.200 pasajeros y más de 1.000 tripulantes. Su capitán, Francesco Schettino se enfrenta aun homicidio por negligencia. Recientemente pidió disculpas en una entrevista al Canal 5 italiano por “estar distraído”.

Entretanto, la retirada de los restos del barco de más de 114 toneladas y adjudicada a un consorcio italiano y estadounidense -Titan Salvage (EUA) e a Microperi (Italia) - estaba prevista para enero de 2013 pero la dificultad que entraña desencallar y reflotar el navío ha retrasado los plazos.

Para reflotar el “Concordia”, según informa “USA Today”, serán instaladas varias plataformas subacuáticas sobre la parte sumergida del navío, así como mega grúas para para dirigir la operación. Un complejo sistemas de cajas de aire que mantendrán el equilibrio de la embarcación a su salida del mar para ser posteriormente desmantelada.

Si se cumplen los últimos plazos, Giglio podrá contar al menos hasta primavera con el más trágico de sus atractivos turísticos.