lunes, 29 de julio de 2013

Joseph Stalin: el máximo exponente de la crueldad en la época soviética

En su paranoia, el líder de la Unión Soviética se creyó rodeado de traidores y ordenó el asesinato y deportación de millones de personas.

Durante un cuarto de siglo, el régimen de terror que estableció en la Unión Soviética el georgiano Joseph Visarionovich Stalin causó la muerte a millones de personas; y sin embargo, la derrota de la Alemania nazi no habría sido posible sin la decisiva aportación de la impresionante máquina bélica soviética.

De familia humilde 

Stalin nació en el seno de una humilde familia de Gorí, una pequeña localidad del Cáucaso en una región dominada por la Rusia de los zares. Aunque se crió en la más absoluta miseria, su madre, que tuvo que sacar adelante por sí sola a la familia cuando murió su marido, logró inscribirle en el seminario ortodoxo de Tblísi, lo que le permitió abandonar aquel en­torno empobrecido. 

Sus inicios marxistas 

Tenía entonces 14 años, pero no permanecería más de cinco en ese lugar: en el monasterio, Stalin - un apodo que deriva del ruso stal, acero - entró en contacto con grupos marxistas e inició mía campaña de agitación que motivó su expulsión. Según el político León Trotsky, asesinado en 1940 por or­den de Stalin, "cuando dejó el seminario llevó consigo una hostilidad feroz contra la administración docente, la burguesía y todo cuanto encarna­ba el zarismo: contra toda autoridad"

Deportado en Siberia 

Continuó sus actividades en Batum, en el Mar Negro. Entre 1902 y 1917 fue detenido en ocho ocasiones y deportado a Siberia dos veces, de donde se fugo en 1903 y en 1908. En prisión, tuvo acceso a publicaciones clandestinas, de tendencia bolchevi­que, una facción de la que entró a formar parte poco después de su liberación. 

Stalin conoce a Lenin 


Meses después, en la conferencia nacional de este partido en Finlandia, se encontró con Lenin, lo que marcó su carrera política. Así, Stalin fue elegido miembro del Comité Cen­tral, participó en la Revolución de Octubre de 1917 y entró a formar parte del gobierno. En 1922, fue nombrado secretario general del Partido Comunista, un cargo desde el que se aseguró el poder tras morir Lenin, en 1924. 

Líder de la Unión Soviética

Como dirigente de la URSS, inició la colectivización forzosa y dictó el primer plan quinquenal, cuyo objetivo era convertir Rusia en una potencia industrial. El Estado se encargó de supervisar la producción y encarcelar a quien no cumplía los objetivos. Además, expropió las tierras de los hacendados capitalistas, lo que causó una gran hambruna. 

¿Era Stalin un psicópata?

Donald Rayfield, profesor de literatura ru­sa y georgiana de la Universidad de Londres y autor de Stalin y los verdugos, señala que "no sólo era un psicópata, sino un sádico, pues disfrutaba con el mal ajeno. En esta faceta guardaba paralelismo con Hitler". Ambos, por ejemplo, tuvieron muy mala salud: el dictador soviético tenía impedido el brazo izquierdo y padecía problemas en la garganta y en el sistema digestivo. 

Paralelismos con Aldolf Hitler

Tanto Hitler como Stalin buscaron un enemigo que erradicar; y así, mientras en Alemania la presión se dirigió contra los judíos, en Ru­sia se desató una demencial "caza de brujas". Stalin aprovechó su posición de poder para establecer el culto a su personalidad y saldar cuentas. A través de su policía secreta, ordenó secuestrar, deportar y asesinar a sus enemigos - reales o no - o a sus familias. 

Terror entre sus allegados 

Esto se dio incluso entre sus más allegados: no sólo no asistió al funeral de su madre en 1937, sino que cuando los alemanes le propusieron el intercambio de su hijo Jasha, al que retenían prisionero, Stalin simplemente contestó: "la guerra es la guerra". Es posible que, incluso, su segunda mujer Nadezhda Alliluyeva que falleció en 1932 se suicidase tras sostener con él una discusión aunque la causa oficial de su muerte fue una grave enfermedad.

Stalin y la Segunda Guerra Mundial 

Según indica su biógrado Maximilien Rubel, "en 1939, acordó con Hitler un pacto de no agresión, porque le temía más que a nadie". Stalin supuso que la guerra debilitaría a Alemania y a los aliados, pero cuando Hitler atacó la URSS en junio de 1941, se vio forzado a exi­gir al pueblo la resistencia total. Los errores de estrategia del dictador comunista causaron enormes bajas en su ejército y entre la población, si bien los continuos reemplazos y la producción en masa compensaron la situación. 

El nuevo orden mundial: el Pacto de Varsovia  

El nuevo orden mundial que sur­gió después de las conferencias de Yalta y Potsdam tras el final de la 2ª Guerra Mundial, quedó equilibrado entre soviéticos y estadounidenses, especialmente cuando en 1949 Stalin ordenó probar la primera bomba atómica de la URSS. A través de un régimen de terror, convirtió un país medieval en una potencia, creó un abanico de Estados satélite y organizó el Pacto de Varsovía. 

La muerte de Stalin 

Para Trotsky, "Stalin representa un fenómeno excepcional. Su primera cualidad era una actitud despec­tiva hacia las ideas. No ganaba la admiración de los hombres, sino que les forjaba a entrar en complicidad con sus odiosos crímenes". 

Las causas de su muerte no están cla­ras, aunque se cree que fue envenenado. Tres años después del deceso se prohi­bió el culto al dictador, cuyo cuerpo, embalsamado, permaneció junto al de Lenin entre 1953 y 1961.




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