En 2013, China ejecutó a más personas que el resto de países del mundo donde aún se encuentra en vigor la pena de muerte.
China aplica la pena de muerte de manera escalofriante y continuada, a veces con el único objetivo de conseguir órganos 'frescos' para trasplantes, o simplemente para eliminar disidentes. Así se destaca en un informe anual elaborado por Amnistía Internacional sobre las ejecuciones en el mundo que hizo público hace unos meses.
Miles de ejecuciones durante 2013
En el citado informe, China, una vez más, ha sobrepasado, de largo, al resto de los países, en los que la pena de muerte aun está en vigor. La 'maquina'judicial' china ha sentenciado a muerte - es complicado, según Amnistía Internacional, conocer el número exacto de ejecuciones ya que Pekín las considera 'secreto de estado - a miles de sus ciudadanos durante 2013; mientras que en el resto del mundo la pena máxima fue aplicada en 778 ocasiones.
La pena de muerte en China
Hong Lei, portavoz del Ministerio de asuntos exteriores, defendió que la pena de muerte "esta arraigada en la cultura tradicional china y las condiciones específicas del país". Sin embargo, lo cierto es que el gobierno comunista ha exterminado en las últimas décadas a numerosos disidentes ideológicos en nombre de la 'Revolución cultural china'.
Un descenso en las ejecuciones
Pese a los datos, 'Human Rights Watch' consideró positivo el hecho que las sentencias a muerte en China "se hayan aplicado menos de 4000 anuales durante los últimos años". Un resultado 'positivo' en relación con las 10.000 ejecuciones anuales de hace una década.
La lista de Amnistía Internacional
Según Amnistía Internacional, el segundo estado de esta lista es Irán con 369 ejecuciones y el tercero es Arabia Saudí con 79 ejecuciones durante 2013.
El cuarto puesto corresponde a Estados Unidos con un total de 39 ejecuciones en aquellos estados donde la pena de muerte aún está vigente.
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