R. J. Lapetra. Leer más en
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El miedo financiero sigue vestido de color oro, aunque este brilla menos. Después de haber roto todos los pronósticos anticipadamente tras situarse en los 1.900 dólares, el metal dorado se ha desmontado del rally alcista en el que cabalgaba desde julio con una subida acumulada del 27%. En sólo dos jornadas, la cotización de la onza se ha desplomado un 10%, desde los 1.909 hasta 1.738 dólares a mediodía de hoy, fijando su peor comportamiento desde mediados de 2008. En julio de ese año se derrumbó un 28% en pocas semanas antes de reemprender su rally alcista.
Las expectativas levantadas por el discurso que pronunciará este viernes en Jackson Hole el presidente de la Reserva Federal de EEUU (Fed), Ben Bernanke, así como por la recogida de beneficios de los inversores se erigen como lógicos motores del movimiento vendedor. Bernanke puede anunciar novedades sobre su programa QE3 para seguir estimulando la economía y, de rebote, a las bolsas al enfriar la aversión a los activos con más riesgo. Esto podría penalizar al oro a corto plazo al reactivar la liquidez disponible para el sector bancario, según los expertos.
Pero también están cotizando las especulaciones de venta de alguno de los grandes jugadores del mercado esté deshaciendo posiciones han circulado con fuerza en el mercado. En concreto, John Paulson, el mítico gestor que amasó una fortuna con la caída de las hipotecas subprime entre 2007 y 2008, orientó gran parte de su fortuna en 2009 hacia el precioso metal. Su inversión en el ETF SPRD Gold Trust, un fondo indexado al oro en el que mantiene más de 7.000 millones de dólares, goza de uno de los mejores comportamientos de su cartera de inversiones, así como su participación en la minera AngloGold, en la que tras invertir algo más de 1.200 millones de dólares, acumula un rendimiento del 33% desde marzo de 2009.
Sin embargo, al gestor que se alió con Goldman Sachs para sacar partido de la crisis subprime no le han ido bien las cosas en los últimos meses y el mercado especula con que pueda verse forzado a deshacer sus posiciones millonarias en el oro. Y es que a Paulson parece haberle mirado algún tuerto. Tres de sus inversiones más importantes en bolsa han caído en picado provocando una ola de peticiones de reembolsos y retiradas de dinero por parte de los partícipes de sus fondos.
En concreto, la debacle de la compañía china Sino-Forest -que acumula un desplome del 80% en 2011- y el crash reciente en las cotizaciones de los gigantes Hewlett Packard (HP) y Bank of America está de nuevo golpeando su cartera de inversiones. Desde enero ambos valores se han derrumbado entre el 40% y 47%, respectivamente. En HP invirtió 1.000 millones en mayo y ya acumula pérdidas latentes próximas a los 400 millones. En Banc of America 'metió' cerca de 3.000 millones y sus minusvalías teóricas rondan el 50%.
Pero en el mercado también está pesando sobre la cotización del oro las opiniones cada vez más frecuentes sobre la formación de una burbuja en torno a este activo. Economistas como Nouriel Roubini son de esta opinión. Pero hay una legión de inversores dispuesta a rebatirle con la foto histórica en la mano: el oro se ha revalorizado tanto en recesión como en bonanza en los últimos años al calor de la caída del valor del dólar. Y los inversores estadounidenses siguen mostrando predilección por este refugio. Así, el metal dorado ha llegado a acumular una revalorización que alcanzó el lunes el 34% anual desde enero. Si supera el 29%, el 2011 pasará a los libros de historia como el mejor en mucho tiempo en el valor de este metal.
R. J. Lapetra.