El oro es siempre un activo seguro para invertir en tiempos de mayor volatilidad de los mercados y una excelente solución para los pequeños ahorradores.
El alto precio del oro permite a los ahorradores poder
invertir su
dinero en este preciado metal. Se puede realizar mediante nuestro
banco y a través de nuestra cuenta bancaria o invertir directamente en oro físico sin intermediarios, costes ni comisiones.
Inversión en oro
¿Qué hacer con nuestros ahorros depositados en cuentas bancarias con una rentabilidad casi nula? La
inversión en oro físico, así como la inversión en arte o antigüedades puede ser la solución adecuada en tiempos de crisis para rentabilizar los ahorros. La escaso interés que los bancos ofrecen a sus clientes, obliga a estos a buscar por otros cauces una rentabilidad mayor.
Cómo invertir en oro: adquisición en el ámbito local
Para invertir en oro físico, existen dos opciones: su adquisición en el ámbito local y la compra
online. La primera de las opciones, es muy simple: basta con ir a un buen joyero o a una empresa especializada y adquirir un lingote -los hay de diferentes tamaños y costes- o, por el contrario, comprar monedas de oro del tipo ‘
krugerrand’, ‘Maple Leaf’o ‘Eagle’. Así, en caso de una posterior venta del oro anteriormente adquirido a una empresa especializada, será más fácil su venta al precio de mercado que si el oro está tallado en joya.
Invertir online: comprar oro por Internet
Otra forma de adquirir oro es a través de
Internet. Existen numerosas empresas especializadas en la
venta online como
Oro Express o
The Gold House, donde te asesoran sobre las diversas posibilidades que disponen para efectuar una óptima compra. Además, lo envían al domicilio del comprador abonando un seguro adicional que protegerá durante el transporte, tanto los intereses del vendedor como del comprador, ante un posible robo o extravío.
Rentabilizar los ahorros mediante la compra de oro: Desventajas
Invertir en oro en la actualidad tiene sus ventajas e inconvenientes. El mercado actual obliga a
comprar oro a un precio muy elevado y, en caso de una recuperación económica (que no parece inminente) su precio bajará ostensiblemente lo que puede suponer un problema a la hora de vender.
Otro aspecto a considerar es la conservación y seguridad del oro físico ya que mantenerlo en la propia casa conlleva un alto riesgo por posibles robos. Asimismo su custodia en manos de una empresa especializada tiene un coste que debe ser también tomado en cuenta.
En definitiva, invertir en oro puede ser una inversión razonable pero a largo plazo. Quizá, lo ideal sería adquirirlo en tiempos de bonanza económica a un precio más moderado y proceder a su venta por un precio más alto en tiempos de
crisis económica, que es cuando se dan las circunstancias óptimas para una revalorización del preciado metal.
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