Las cuevas de Zugarramurdi se encuentran en las afueras de la villa homónima, cerca de la frontera navarro-francesa, en el valle de Baztán. Es conocida con el nombre de la Catedral del diablo.
Su leyenda tenebrosa arranca de los sucesos que allí tuvieron lugar en el siglo XVII, cuando se produjeron los más asombrosos hechos de la historia de la brujería. El sobrenombre de "Catedral del Diablo» le viene dado por ser escenario de aquellos ancestrales rituales paganos de culto a la Naturaleza.
La Santa Inquisición
La irrupción de la Santa Inquisición en estos parajes afectó a la mayoría de los vecinos del valle de Baztán y de los valles cercanos, ya que inesperadamente fueron acusados de prácticas heréticas. Con la aparición, en 1610, del inquisidor don Juan del Valle Alvarado, se inició una serie de pesquisas, de las que resultaron inculpadas del delito de brujería 300 personas adultas, sin contar niños y viejos. Los acusados fueron sádicamente interrogados hasta obtener información acerca de los más secretos detalles del aquelarre que allí se llevaba a cabo periódicamente.
La irrupción de la Santa Inquisición en estos parajes afectó a la mayoría de los vecinos del valle de Baztán y de los valles cercanos, ya que inesperadamente fueron acusados de prácticas heréticas. Con la aparición, en 1610, del inquisidor don Juan del Valle Alvarado, se inició una serie de pesquisas, de las que resultaron inculpadas del delito de brujería 300 personas adultas, sin contar niños y viejos. Los acusados fueron sádicamente interrogados hasta obtener información acerca de los más secretos detalles del aquelarre que allí se llevaba a cabo periódicamente.