La civilización india engendró un sistema social de gran complejidad. Occidente ve en él una forma extrema de desigualdad, porque la jerarquización de las castas parece conducir a la exclusión completa de ciertas categorías de personas.
Los Intocables son el conjunto de la población que se sitúa fuera de casta o, si se prefiere, bajo el nivel de la pirámide social. Una categoría que sólo define el desprecio y la exclusión de que es objeto por parte de los demás.
Las castas en la India
Dicho en términos lo más simple posible, la casta es un grupo cuyos miembros tienen, por el hecho de su nacimiento, características y obligaciones comunes. Luego, el hecho fundamental es la herencia de la pertenencia a la casta y, por consiguiente, que éstas son cerradas: un individuo no podría pasar de una casta a otra, al menos durante el curso de su vida terrestre.
El grupo, por muy restringido que sea, constituye una verdadera estructura, protegiendo al individuo al mismo tiempo que lo constituye. Para distinguirse de los otros, el grupo impone a sus miembros obligaciones y prohibiciones: matrimonio dentro de la casta (endogamia), reglas alimentarias, por ejemplo, vegetarianismo para los brahmanes, comidas tomadas en común, signos de la vestimenta o maquillaje particular, vida religiosa más o menos intensa, etc.
Distinción y jerarquización
Al principio de distinción se agrega un principio de jerarquización: en orden creciente de dignidad existen cuatro grandes categorías (shudra, vaishya, kshatriya, y naturalmente, en la cima, los brahmanes; cada una dividida en decenas, incluso centenares, de subcastas o de variedades regionales, también jerarquizadas.
Los intocables y el sistema de castas
"Intocable" designa, por definición, aquel que no se puede tocar, es decir, aquel que es tan indigno y tan impuro que puede mancillar a otro con su sola presencia o el mínimo contacto físico. Los intocables son objeto de sanciones particularmente degradantes, que dan al occidental la impresión de que se les considera como una raza inferior.
Los intocables y el sistema de castas
"Intocable" designa, por definición, aquel que no se puede tocar, es decir, aquel que es tan indigno y tan impuro que puede mancillar a otro con su sola presencia o el mínimo contacto físico. Los intocables son objeto de sanciones particularmente degradantes, que dan al occidental la impresión de que se les considera como una raza inferior.
Apartados de la sociedad
Tienen que vivir apartados de las aldeas y de las aglomeraciones, no pueden poseer más bienes que animales domésticos, como el burro o el perro, ni más vestimentas que aquellas tomadas de los cadáveres. Circular por la noche en las ciudades les está estrictamente prohibido, así como acerarse a los pozos de las aldeas, porque podrían contaminar el agua. Es impensable que compartan su comida con miembros de otras castas y, más aún, que les preparen el alimento o que se lo sirvan.
División gremial
Nos damos cuenta fácilmente de que la separación entre castas corresponde, a menudo, a una división entre profesiones. A los intocables les son reservadas las tareas más degradantes, que llenan inmediatamente de impureza a quien las realiza porque entra en contacto con materia orgánica, excrementos o materia muerta. Así, los zapateros, peluqueros, curtidores, poceros y sepultureros son seres impuros, por lo tanto, deben estar al margen de la comunidad. Las cuatro principales castas tienen también sus funciones más o menos específicas y exclusivas,
El origen de las castas
¿Cuándo nace este sistema? Las fuentes sánscritas antiguas describen principios más o menos similares; particularmente las Leyes de Manu, a principios de la era cristiana, se hacen eco de textos recogidos de los siglos XV al VI antes de Cristo, que presentan el origen mítico del mundo de la siguiente forma: los dioses inmolan un inmenso cuerpo cósmico, hecho a imagen y semejanza del cuerpo humano y lo desmiembran.
El origen de las castas
¿Cuándo nace este sistema? Las fuentes sánscritas antiguas describen principios más o menos similares; particularmente las Leyes de Manu, a principios de la era cristiana, se hacen eco de textos recogidos de los siglos XV al VI antes de Cristo, que presentan el origen mítico del mundo de la siguiente forma: los dioses inmolan un inmenso cuerpo cósmico, hecho a imagen y semejanza del cuerpo humano y lo desmiembran.
La creación de los dioses
De la boca nacen los brahmanes, el orden espiritualmente más elevado, únicos en tener acceso al conocimiento metafísico, a la comprensión de los rituales y a los textos sagrados; de los brazos surgen los kshatriya. guerreros y príncipes; de los muslos aparecen los vaishya (campesinos, artesanos, comerciantes) y los pies engendran al ultimo y más bajo de los rangos sociales, el de la servidumbre.
Influencia indoeuropea
Se trata de la creación de una jerarquía social basada en las funciones cumplidas por cada categoría. Esta recuerda la ideología trifuncional de los pueblos indoeuropeos, que volvemos a encontrar tanto en la Roma primitiva como en la Edad Media occidental. donde están clara e institucionalmente separados sacerdotes, guerreros y productores.
La formación de la civilización india
No obstante, la civilización india se formó a partir de la invasión, entre los siglos XV y X antes de Cristo, de las llanuras del Indo y del Ganges por pueblos de origen indoeuropeo venidos de las mesetas iraníes. La población original del subcontinente indio, llamada drávida por los eruditos, conoce entonces una civilización avanzada. Pero vencidos y sometidos por los indoeuropeos, los drávidas son reducidos a servir a sus nuevos amos: forman entonces el cuarto rango social, de función domestica, mientras que los invasores se organizan de manera tripartita. Sin embargo, una fracción de la población drávida rehusa someterse: considerada repugnante y peligrosa, llega a formar entonces, y muy a pesar suyo, el quinto grupo, del que descienden los intocables.
En realidad, incluso si esta hipótesis es seductora, los hechos no parecen haber ocurrido de manera tan simple. En particular, es poco probable que los vencedores indoeuropeos hayan impuesto tan brutalmente su propio sistema social, excluyendo a la población local vencida.
En realidad, incluso si esta hipótesis es seductora, los hechos no parecen haber ocurrido de manera tan simple. En particular, es poco probable que los vencedores indoeuropeos hayan impuesto tan brutalmente su propio sistema social, excluyendo a la población local vencida.
La influencia religiosa en las castas
Por el contrario, Existió seguramente una mezcla de las dos culturas y de las dos poblaciones. El factor clave de la formación de castas parece tener sobre todo un origen de naturaleza religiosa. En efecto, los valores del hinduismo propagados por los brahmanes, hacen que el nacimiento de un individuo en una determinada casta no sea jamás atribuido al azar, sino que resulta de la armonía del orden cósmico y de la dignidad de sus vidas anteriores.
Nacer intocable no es entonces una suerte inaceptable ni escandalosa, sino conforme al orden natural: lo mejor que puede hacerse es vivir respetando este orden, es decir, cumpliendo con los ritos y los preceptos aplicados a su propio rango social.
Así, solamente puede esperarse reencarnar en un nivel más cercano al ideal de pureza suprema o, al menos, en una casta superior. Sin embargo, en lo que respecta a saber en qué fecha se generalizan en la India estos valores brahmánicos la pregunta permanece aún sin respuesta.
Los intocables actualmente
La India moderna no reconoce constitucionalmente la existencia de castas, pero cualquier turista puede percibir que están aún muy presentes y que continúan impregnando las mentalidades y los comportamientos.
Ciertamente, la modernización del país ha contribuido a suavizar las barreras de casta. Sin embargo, los intocables no han dejado verdaderamente de formar un medio social tabú para los otros, aunque la Constitución de 1950 haya reemplazado el término por el de harijan (pueblo de Dios). La exclusión de la que los intocables siguen siendo objeto es sobre todo visible en el ámbito económico: constituyen las clases más pobres, obreros agrícolas sin tierras, peones mal pagados, vagabundos. Al punto que no se sabe muy bien si la miseria en la que viven es la causa o la consecuencia de su descalificación.
Así, solamente puede esperarse reencarnar en un nivel más cercano al ideal de pureza suprema o, al menos, en una casta superior. Sin embargo, en lo que respecta a saber en qué fecha se generalizan en la India estos valores brahmánicos la pregunta permanece aún sin respuesta.
Los intocables actualmente
La India moderna no reconoce constitucionalmente la existencia de castas, pero cualquier turista puede percibir que están aún muy presentes y que continúan impregnando las mentalidades y los comportamientos.
Ciertamente, la modernización del país ha contribuido a suavizar las barreras de casta. Sin embargo, los intocables no han dejado verdaderamente de formar un medio social tabú para los otros, aunque la Constitución de 1950 haya reemplazado el término por el de harijan (pueblo de Dios). La exclusión de la que los intocables siguen siendo objeto es sobre todo visible en el ámbito económico: constituyen las clases más pobres, obreros agrícolas sin tierras, peones mal pagados, vagabundos. Al punto que no se sabe muy bien si la miseria en la que viven es la causa o la consecuencia de su descalificación.
Inestabilidad social
No obstante, supieron organizarse y obtener respuesta, gracias a su número, a importantes reivindicaciones. Varias revueltas estallaron desde la independencia, como la de Bengala, en 1967; éstas fueron violentamente reprimidas por el ejército (formado principalmente por kshatriya) y por la población perteneciente a las castas superiores.
No obstante, supieron organizarse y obtener respuesta, gracias a su número, a importantes reivindicaciones. Varias revueltas estallaron desde la independencia, como la de Bengala, en 1967; éstas fueron violentamente reprimidas por el ejército (formado principalmente por kshatriya) y por la población perteneciente a las castas superiores.
Otros, movimientos de conquista legal del poder tuvieron lugar en Kerala y en Bengala. Pero, recientemente, el rechazo a este estatus humillante ha tomado crecientemente formas religiosas, con conversiones masivas al budismo y al islamismo en el país tamul. Luego, un rechazo persistente para resolver el problema de los intocables podría poner en peligro la estabilidad social de la India y la predominancia de la religión hindú a la vez.
muy interesante su publicacion, gracias por compartirla.
ResponderEliminarque es necesaria que otras personas del mundo vea lo que pasa en otros países como india
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