jueves, 8 de abril de 2021

Monte Rainier: un volcán entre glaciares perpétuos

 El Monte Rainier es la cumbre más emblemática del noroeste de los Estados Unidos. Su cima cubierta de nieve alcanza los 4.392 metros y corona en solitario la cordillera de las Cascadas.











Los nativos lo llamaban Tahoma, la "Madre de las Aguas", y el explorador George Vancouver lo contempló desde el estrecho Puget en 1792 y lo bau­tizó con el apellido de un almirante amigo suyo, Peter Rainier. Pero para los habitantes de Seattle es simplemente "la Montaña", una mole que se eleva casi cien kilómetros al sur de la ciudad.

Hay constancia de siete modestas erupciones en el monte Rainier durante el siglo XIX, pero hoy su actividad se reduce a las fumarolas que emiten los dos cráteres de la cima, de unos 300 metros de diámetro cada uno.

Uno de los mayores glaciares de Estados Unidos

Aunque próximo al mar, el Rainier aloja los ma­yores glaciares de Estados Unidos si excluimos los de Alaska. Hasta 26 lenguas de hielo fluyen por las faldas de este volcán, cuya base tiene 24 kilómetros de diámetro. En invierno, los mantos de nieve en las zonas más expuestas oscilan entre los ocho y los veinte metros de espesor. En vera­no, la superficie cubierta por el hielo y la nieve llega a alcanzar los 91 kilómetros cuadrados.

Una de las montañas más fotografiadas de Norteamérica

El Rainier es un estratovolcán muy joven, con una edad entre 840.000 y 500.000 años. Su for­ma de cono truncado es relativamente reciente, pues se considera que la cumbre llegó a alcanzar los 5.800 metros antes de desmoronarse por una gran erupción. Declarado parque nacional en 1899, es una de las montañas más fotografiadas de Norteamérica.

A principios de verano, cuando la nieve se retira de la meseta que lo rodea y sus praderas se tapizan de flores, recorrer los sende­ros de su vertiente sur alegra el corazón. A 2000 metros de altitud, las pendientes son suaves y los bosques de pino Douglas se pierden en el hori­zonte. El Rainier se alza como un monolito que atrapa las miradas con su collar de glaciares.

De todas formas, no es una cumbre fácil de ver. Un manto de nubes oculta a menudo a la "Madre de las Aguas". Pero ciertos espectáculos son más su­blimes cuando se descubre el telón.

Cómo llegar

No hay transporte público al Parque Nacional del Monte Rainier, por la que el coche es la mejor opción para llegar a sus dos áreas de acceso. Éstas son Paradise Lodge al sur, la más popular, y Sunrise al este.

No obstante, del 1 de mayo al 30 de septiembre, salvo que la  nieve lo impida, Gray Line Tours ofrece viajes turísticos diarios desde Seattle vía Tacoma.

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