domingo, 1 de septiembre de 2013

La India: el origen de los intocables

La civilización india engendró un siste­ma social de gran complejidad. Occiden­te ve en él una forma extrema de desi­gualdad, porque la jerarquización de las castas parece conducir a la exclusión completa de ciertas categorías de perso­nas.
 
Los Intocables son el conjun­to de la población que se sitúa fuera de casta o, si se prefiere, bajo el nivel de la pirámide social. Una categoría que sólo define el desprecio y la exclusión de que es objeto por parte de los demás.

Las castas en la India

Dicho en términos lo más simple posible, la casta es un grupo cuyos miembros tienen, por el hecho de su nacimiento, característi­cas y obligaciones comunes.  Luego, el hecho fundamental es la herencia de la pertenen­cia a la casta y, por consiguiente, que éstas son cerradas: un individuo no podría pasar de una casta a otra, al menos durante el curso de su vida terrestre.

Obligaciones y prohibiciones
 
El grupo, por muy restringido que sea, cons­tituye una verdadera estructura, protegiendo al individuo al mismo tiempo que lo constituye. Para distinguirse de los otros, el grupo impone a sus miembros obli­gaciones y prohibiciones: matrimonio dentro de la casta (endogamia), reglas ali­mentarias, por ejemplo, vegetarianismo para los brahmanes, comidas tomadas en común, signos de la vestimenta o maquillaje particu­lar, vida religiosa más o menos intensa, etc.
 
Distinción y jerarquización
 
Al principio de distinción se agrega un prin­cipio de jerarquización: en orden creciente de dignidad existen cuatro grandes catego­rías (shudra, vaishya, kshatriya, y naturalmente, en la cima, los brahmanes; cada una dividida en decenas, incluso centenares, de subcastas o de variedades regionales, también jerarquizadas.

Los intocables y el sistema de castas

"Intocable" designa, por definición, aquel que no se puede tocar, es decir, aquel que es tan indigno y tan impuro que puede mancillar a otro con su sola presencia o el mínimo contacto físico. Los intocables son objeto de sanciones particularmente degra­dantes, que dan al occidental la impresión de que se les considera como una raza infe­rior. 
 
Apartados de la sociedad
 
Tienen que vivir apartados de las aldeas y de las aglomeraciones, no pueden poseer más bienes que animales domésticos, como el burro o el perro, ni más vestimentas que aquellas tomadas de los cadáveres. Circular por la noche en las ciudades les es­tá estrictamente prohibido, así como acerar­se a los pozos de las aldeas, porque podrían contaminar el agua. Es impensable que com­partan su comida con miembros de otras castas y, más aún, que les preparen el ali­mento o que se lo sirvan.
 
División gremial
 
Nos damos cuen­ta fácilmente de que la separación entre cas­tas corresponde, a menudo, a una división entre profesiones. A los intocables les son reservadas las tareas más degradantes, que llenan inmediatamente de impureza a quien las realiza porque entra en contacto con materia orgánica, excrementos o materia muerta. Así, los zapateros, peluqueros, curti­dores, poceros y sepultureros son seres impuros, por lo tanto, deben estar al margen de la comunidad. Las cuatro principales castas tienen también sus funciones más o menos específicas y exclusivas,

El origen de las castas

¿Cuándo nace este sistema? Las fuentes sáns­critas antiguas describen principios más o menos similares; particularmente las Leyes de Manu, a principios de la era cristiana, se ha­cen eco de textos recogidos de los siglos XV al VI antes de Cristo, que presentan el ori­gen mítico del mundo de la siguiente forma: los dioses inmolan un inmenso cuerpo cósmico, hecho a imagen y semejanza del cuer­po humano y lo desmiembran.
 
La creación de los dioses
 
De la boca nacen los brahmanes, el orden espiritualmente más elevado, únicos en tener acceso al conocimiento metafísico, a la comprensión de los rituales y a los textos sagrados; de los brazos surgen los kshatriya. guerreros y príncipes; de los muslos aparecen los vaishya (campesinos, artesanos, comerciantes) y los pies engendran al ultimo y más bajo de los rangos sociales, el de la servidumbre.
 
Influencia indoeuropea
 
Se trata de la creación de una jerarquía social basada en las funciones cumplidas por cada categoría. Esta recuerda la ideología trifuncional de los pueblos indoeuropeos, que volve­mos a encontrar tanto en la Roma primitiva como en la Edad Media occidental. donde están clara e institucionalmente separados sacerdotes, guerreros y productores.
 
La formación de la civilización india
 
No obstante, la civilización india se formó a partir de la invasión, entre los siglos XV y X antes de Cristo, de las llanuras del Indo y del Ganges por pueblos de origen indoeuro­peo venidos de las mesetas iraníes. La población original del subcontinente indio, llamada drávida por los eruditos, conoce entonces una civilización avanzada. Pero vencidos y sometidos por los indoeuropeos, los drávidas son reducidos a servir a sus nuevos amos: forman entonces el cuarto rango social, de función domestica, mientras que los invasores se organizan de manera tripartita. Sin embargo, una fracción de la población  drávida rehusa someterse: considerada repugnante y peligrosa, llega a for­mar entonces, y muy a pesar suyo, el quinto grupo, del que descienden los intocables.

En  realidad, incluso si esta hipótesis es se­ductora, los hechos no parecen haber ocurri­do de manera tan simple. En particular, es poco probable que los vencedores indoeuropeos hayan impuesto tan brutalmente su propio sistema social, excluyendo a la pobla­ción local vencida.
 
La influencia religiosa en las castas
 
Por el contrario, Existió seguramente una mezcla de las dos culturas y de las dos poblaciones. El factor clave de la formación de castas parece tener sobre todo un origen de naturaleza religiosa. En efecto, los valores del hinduismo propaga­dos por los brahmanes, hacen que el naci­miento de un individuo en una determinada casta no sea jamás atribuido al azar, sino que resulta de la armonía del orden cósmico y de la dignidad de sus vidas anteriores.
 
Nacer intocable no es entonces una suerte inacep­table ni escandalosa, sino conforme al orden natural: lo mejor que puede hacerse es vivir respetando este orden, es decir, cumpliendo con los ritos y los preceptos aplicados a su propio rango social.

Así, solamente puede esperarse reencarnar en un nivel más cerca­no al ideal de pureza suprema o, al menos, en una casta superior. Sin embargo, en lo que respecta a saber en qué fecha se generalizan en la India estos valores brahmánicos la pregunta permanece aún sin respuesta.

Los intocables actualmente

La India moderna no reconoce constitucionalmente la existen­cia de castas, pero cualquier turista puede percibir que están aún muy presentes y que conti­núan impregnando las mentalida­des y los comportamientos.

Ciertamente, la moderniza­ción del país ha contribuido a suavizar las barreras de casta. Sin embargo, los intocables no han dejado verdaderamente de formar un medio social tabú para los otros, aunque la Constitución de 1950 haya reemplazado el término por el de harijan (pueblo de Dios). La exclusión de la que los intocables siguen siendo objeto es sobre todo visible en el ámbito eco­nómico: constituyen las clases más pobres, obreros agrícolas sin tierras, peones mal pagados, vagabundos. Al punto que no se sabe muy bien si la miseria en la que viven es la causa o la consecuencia de su descalificación.
 
Inestabilidad social

No obstante, supieron organi­zarse y obtener respuesta, gracias a su número, a importantes reivin­dicaciones. Varias revueltas esta­llaron desde la independencia, como la de Bengala, en 1967; és­tas fueron violentamente reprimi­das por el ejército (formado princi­palmente por kshatriya) y por la población perteneciente a las cas­tas superiores.
 
Otros, movimien­tos de conquista legal del poder tuvieron lugar en Kerala y en Ben­gala. Pero, recientemente, el re­chazo a este estatus humillante ha tomado crecientemente formas religiosas, con conversiones masi­vas al budismo y al islamismo en el país tamul. Luego, un rechazo per­sistente para resolver el problema de los intocables podría poner en peligro la estabilidad social de la India y la predominancia de la reli­gión hindú a la vez.

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2 comentarios:

  1. muy interesante su publicacion, gracias por compartirla.

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  2. que es necesaria que otras personas del mundo vea lo que pasa en otros países como india

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