En el año 2011, un violento seísmo y un tsunami dañaron la central nuclear de Fukushima, Japón, provocando explosiones, fusión del combustible nuclear y fugas radioactivas.
Fue el segundo mayor accidente nuclear de la historia. Cerca de 160.000 personas que vivían cerca de la central fueron obligadas a desalojar sus hogares fijando el gobierno japonés un perímetro de seguridad de 20 Kilómetros que debe permanecer deshabitado por los estragos de la radioactividad.
El fotógrafo de Reuters, Damir Sagolj, visitó Fukushima y fue testigo de las profundas marcas dejadas por la catástrofe y el cambio de vida que sufrieron miles de japoneses desde ese momento.
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Retratos dentro de una casa abandonada en Namie. Los habitantes pueden visitar
sus antiguas casas pero no pernoctar en ellas.
Los más de 20 mil desplazados de Namie pueden visitar sus antigas casas una vez al mes
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La costa de Namie, su playa está repleta de destrozos dejados por el tsunami. |
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Un monje budista usa un contador Geiger, instrumento usado para medir la radiación |
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Pequeño altar en memoria de las víctimas en Namie |
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Barreras anti-tsunami en la costa de Iwaki |
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La vegetación crece y envuelve una casa destruida en Namie |
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La fuerza del tsunami |
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Bloqueo de carretera para impedir el tránsito a una zona contaminada de Namie |
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Oto Matsumara, de 53 anos, no dejó la ciudad de Tomioka, pese a las ordenes del
gobierno.Vive en la zona evacuada con sus 50 vacas, 2 gatos, un perro y 2 avestruces.
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