miércoles, 21 de octubre de 2020

Los misteriosos fenómenos del cuartel de Cerler

Es uno de los más desgraciados sucesos de la historia reciente del ejercito español. Los fenómenos extraños acaecidos tras la tragedia aun son un misterio inexplicable.


11 de marzo de 1991, Cerler (Huesca). Un centenar de soldados se disponen a llevar a cabo unos ejercicios de alta montaña. Todos ellos son militares de la compañía de esquiadores del batallón de cazadores 3/65 de Barbastro. 

La tragedia 

El capitán ha desoído los partes meteorológicos y la tragedía se consuma en un punto denominado Blanca de Paderna. Un inmenso alud se precipita desde lo alto sepultando a los militares bajo la nieve y aunque la mayoría logran salvar la vida, desgraciadamente nueve militares fallecen. 
Sin embargo, la tragedia constaba de una segunda parte. Una segunda parte desconocida que el ejercito ocultó pese que se investigó oficialmente. Misteriosos sucesos comenzarían a ocurrir poco tiempo después de producirse el trágico suceso.

Investigación militar


La noticia transcendió el 28 de septiembre de 1992. El Diario del Alto Aragón informaba que el ejército investigaba fenómenos extraños que ocurrían en el cuartel de Cerler. Oficialmente, las autoridades castrenses desmintieron la noticia pero gracias a investigadores como Javier García Blanco y Angel Briongos, la verdad salió a la luz.

Sucesos inexplicables  

Al parecer, los hechos comenzaron a los pocos días de la tragedia: las luces se apagaban y encendían sin motivo aparente, las taquillas se abrían solas, los objetos caían al suelo como por arte de magia. Según pudieron constatar los investigadores antes citados gracias a los testimonios de los propios soldados, algunos de los hechos acaecidos en el cuartel fueron realmente impresionantes e inexplicables.

Quienes realizaban las guardias nocturnas vivieron algunos de los más destacados: las 36 ventanas de una de las fachadas del cuartel se abrieron al unísono. El fenómeno se repitió ante ellos en varias ocasiones y lógicamente dieron parte de lo ocurrido. Día tras día el libro de incidencias del cuartel fue recogiendo más y más sucesos de estas características, algunos de ellos realmente impactantes como el reflejado por un soldado que aseguró ver formar a un grupo de soldados durante la noche.

Algunos de los hechos acontecidos parecían sacados de una película de terror. El relato de uno de los soldados resulta esclarecedor: "Aquello era horrible, mientras estábamos acostados escuchábamos claramente como las taquillas se abrían y cerraban solas con mucha fuerza. En otra ocasión oíamos pasos que sonaban cada vez más cerca pero cuando mirábamos, no veíamos a nadie". 


Fenómenos relacionados con los fallecidos 

Curiosamente, los hechos y la ubicación donde sucedían estos extraños fenómenos eran significativos: las taquillas que se abrían y cerraban pertenecían a los soldados fallecidos y en ocasiones aparecían en otros lugares como si un ser invisible las hubiera desplazado. Asimismo, en la estancia situada en la planta superior donde permanecieron los cadáveres de los fallecidos tras la tragedia se oían con frecuencia pasos y ruidos extraños. 

Años después de aquel 11 de marzo de 1991, los extraños sucesos comenzaron a cesar. La intensidad de los fenómenos decreció hasta desaparecer. Nunca se encontró una explicación. No hubo fraude, ni broma pesada, ni nada parecido. El misterio continua en el cuartel de Cerler.  

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