La ópera “Parsifal” de Richard Wagner se estrenó en Barcelona antes que en ningún otro lugar de Europa. En la Ciudad Condal existía un numeroso grupo de wagnerianos que supieron apreciar los primeros versos del poema:
“En el cielo hay un castillo y su nombre es Montsalvat”.
El grupo de intelectuales y artistas que figuraba en torno al Conde de Güell y que estaba creando la mitología catalanista, quiso entender que Montsalvat equivalía a Montserrat y que ésta era la montaña mágica del Grial.
“En el cielo hay un castillo y su nombre es Montsalvat”.
El grupo de intelectuales y artistas que figuraba en torno al Conde de Güell y que estaba creando la mitología catalanista, quiso entender que Montsalvat equivalía a Montserrat y que ésta era la montaña mágica del Grial.
Montserrat y el Grial
Montserrat encierra un mundo legendario por estar ligado a la ruta del Grial. Ciertamente un “Grial” apareció en Huesca en el período anterior a la invasión árabe. Un tal Audaberto, obispo de Huesca, huyó en 713 de su sede episcopal llevándose entre otras pertenencias, el preciado Grial. Audaberto escondió la copa en la cueva del monte Pano.
Allí se fundaría el monasterio de San Juan de la Peña, que se convirtió en uno de los focos de la Reconquista. El 14 de diciembre de 1134, un documento consigna que en dicho cenobio de San Juan de la Peña se custodiaba el Cáliz de Cristo. El rey Martín el Humano, encontrándose en Zaragoza reclamó la copa. El documento de donación se conserva en Barcelona fechado el 29 de septiembre de 1399.
El Grial, custodiado en el palacio de la Aljafería, pasó a la capilla de Santa Ágata, en Barcelona donde se encontraba el 31 de mayo de 1410, fecha de la muerte del rey Martín el Humano. De allí pasó al Palacio Real de Valencia bajo el reinado de Alfonso el Magnánimo. En 1424 fue trasladado a la Catedral donde puede verse en la actualidad. Montserrat no aparece en esta historia.
De Montsegur a Montserrat
... En los Juegos Florales de Barcelona de 1896 se estableció un paralelismo entre Montsegur y Montserrat y se identificó a ésta como la verdadera montaña del Grial. A ello contribuía un extraño paralelismo con Montsegur.
Una leyenda cátara asegura que poco antes de caer el castillo de Montsegur, en 1244, el Grial fue guardado en las entrañas de la montaña. Y junto al Grial el tesoro y la Biblia cátara. A lo largo del siglo XX distintos investigadores, han intentado encontrar en el “pog” de Montsegur las cuevas del Grial, utilizando incluso dinamita para abrirse paso. Nada han encontrado; el bloque de piedra sobre el que está asentado el castillo parece compacto y sin fisuras. En cambio en Montserrat (al otro lado de la frontera franco-española) es todo lo contrario.
Montserrat: el mundo subterráneo

El relato de un monje catalán del siglo XVIII, el padre Dr. Gerard Joana, fraile y científico a la vez, penetró por los pasadizos secretos del monasterio. Relatos posteriores confirman la existencia de una fuerte corriente telúrica que hiciera de Montserrat el “lugar mágico” que ha sido siempre.
El 30 de enero de 1933, el nazismo subía al poder en Alemania. Compuesto por distintas tendencias, algunas se mostraban interesadas en el esoterismo y en la búsqueda del Grial. Fue así como los nazis se interesaron por Montserrat intentando investigar la vía creada por el historicismo romántico catalán del siglo XIX.